jueves, 15 de julio de 2010

Pan Diario: JUAN 17:15


No te pido que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.

Jesús estaba viviendo uno de los momentos mas angustiosos de su vida, allí en el huerto llamado Getsemaní, su alma estaba siendo puesta bajo la mas tremenda presión, en pocos momentos mas iba a ser entregado a la muerte. Pero en ese tiempo de suma angustia pensó en aquellos que le habían seguido desde el principio, en aquellos que habían visto en él al Mesías, que habían depositado en él su fe. Se acordó de ellos y rogó al Padre Eterno no que los quitase del mundo, sino que los guardase del mal. A veces, al seguir el evangelio, se nos dice que se nos van a acabar todos los problemas y nos pintan la vida color de rosa, pero esto no es cierto. Jesús no clamó para que los que lo seguían no tuvieran problemas, sino para que, en medio de los problemas, fueran guardados del mal. Cuando miramos las promesas del Antiguo Testamento, encontramos que Dios le dice lo mismo a su pueblo Israel:


"Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,


y si por los ríos, no te anegarán.


Cuando pases por el fuego, no te quemarás,


ni la llama arderá en tí. " Isaías 43:2


Este es el evangelio, un camino que no está exento de peligros, pero en el cual caminamos seguros y confiados de que nuestro Dios va a nuestro lado y que sus promesas son en El sí, y en El amén. Nada podrá hacernos daño si caminamos tomados de la mano de Dios.


Bendiciones