viernes, 25 de junio de 2010

Pan diario :SALMO 4: 7


Tu diste alegría a mi corazón

mayor que la de ellos cuando abundaban

su grano y su mosto.


La gente siempre busca un estado de felicidad, pero no busca el bien supremo; generalmente se corre tras la felicidad, externa y temporal, que puede brindar la posesión de bienes, pero el alma queda sin fruto. El encontrar a Dios, y esto conlleva la felicidad, no tiene para el salmista comparación alguna. David era rey, y por lo tanto, poseedor de lujos quizá inalcanzables para nosotros, sin embargo, él tenía como bien supremo la alegría que le representaba conocer a su Dios. Y, aunque se encontraba perseguido, podía decir que:

En paz me acostaré y asimismo dormiré,

porque solo Tu, Jehová, me haces vivir confiado. (v. 8)

¡Cuánta paz hay en sus palabras! Solo la persona que deposita toda su confianza en Dios puede, no solamente vivir confiado sino también dormir, que es muy importante en estos tiempos que corren. Aquel que conoce a Dios experimenta un gozo que no se puede describir con palabras, no es algo temporal sino permanente. Si aún no lo has experimentado, te invito; busca a Dios de todo tu corazón, pídele perdón y el tambíen colocará este gozo inefable en tí.

Bendiciones

RONI