viernes, 21 de mayo de 2010


Eres el mas hermoso de los hijos de los hombres;

la gracia se derramó en tus labios;

Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

Salmo 45:2

¿Qué tienes Tú, Hijo de Dios,

que no puedo apartarme de Ti?

¿Qué ejerces en mi que

de tal manera me atraes?

Aunque quisiera, no puedo alejarte.

He tratado de decir o pensar

que no existes;

Pero aunque no te veo, allí estás;

allí estás mostrando tu poder,

cuando todo lo cubres de nubes

y tu voz truena desde los cielos.

Allí estás, cuando las flores

se abren hacia el cielo

y muestran tus manos en cada detalle:

un vestido especial para cada una,

y el aroma, único y maravilloso

que les regalaste.

Allí estás, cuando en la cruz, sangrante,

Tu vida dabas por mi, amándome,

en el mas sublime acto de amor.

Sí, es ese amor derramado

sobre mí, lo que me atrae;

ese amor que me abruma,

ese amor que me sacia,

ese amor que hasta hoy...

me deja sin palabras.


RONI